Los trastornos de la conducta en la infancia y adolescencia son unos de los más preocupantes tanto para padres y profesores, como para los profesionales de la salud mental infantil y juvenil.
Esto es debido a que estos jóvenes presentan cuadros conductuales que necesitan apoyo psicopedagógico y/o psicoterapéutico, y en algunos casos, también apoyo médico.
En el caso del Trastorno disocial, está considerado como un trastorno grave de conducta. Se caracteriza por un patrón de comportamiento persistente y repetitivo en el que se violan los derechos básico de los otros, o importantes normas sociales. Son comportamientos que van más allá de una simple "maldad infantil" o una "rebeldía de adolescente".
Dichas manifestaciones suelen ir unidas de una serie de situaciones familiares, sociales y escolares, que influyen en el origen y en el mantenimiento de la conducta.
Los comportamientos que se dan en el Trastorno Disocial pueden ser:
- Agresiones (físicas o verbales) a otras personas o animales. (Intimidar, fanfarronear, ser cruel, ocasionar daño físico...)
- Dañar la propiedad de otros (Incendios, destrucción deliberada...)
- Robos y mentiras (Violentar el hogar, mentir para obtener favores, timar...)
- Violaciones graves de normas (Escaparse de casa, hacer novillos, transgredir normal paternas...)
Además de estos síntomas, el trastorno disocial provoca un deterioro clínicamente significativo de la actividad social, académica o laboral.
La intervención con estos niños requieren de mayor supervisión y control.
En el caso de detectar en casa o en el colegio, que nuestro hijo/a o alumno empieza a manifestar conductas disruptivas que empiezan a suponer un grave deterioro de las normas y las relaciones sociales, es fundamental acudir lo antes posible a un especialista, quien pueda valorar la relevancia de los síntomas.
Sara Ros Centre de Psicologia
Telf. 609 156 125
C/ San Vicente nº 40, 1º A
Burriana
No hay comentarios:
Publicar un comentario