lunes, 28 de octubre de 2013

Los niños que duermen con la luz encendida...


Muchos padres dejan una lámpara encendida en la habitación del bebé para reducir su "miedo" a la oscuridad.

Se trata de una costumbre innecesaria que, además, puede afectar a sus salud.
El bebé desde que nace, se acostumbra a todo lo que le enseñamos. Por ello, si dejamos la luz encendida en la habitación, se acostumbrará a ella y, si un día se despierta a medianoche y no la encuentra, es posible que proteste. 

Si se despierta por la noche porque tiene hambre o sed, podemos dejar encendida una luz próxima a su habitación, pero nunca una lámpara dentro de la misma. 
Si le damos de comer o beber durante la noche, es preferible hacerlo lo más discretamente posible. Una vez haya acabado, deber devolverlo a su cama para que vuelva a dormirse por su cuenta.

En la oscuridad segregamos una hormona llamada melatonina, que es la que nos ayuda a regular el ritmo de vigilia y sueño. A más luz en la habitación, menor será la producción de melatonina, con lo que se dificulta la posibilidad de conciliar el sueño.



Curiosamente, una investigación encontró correlación muy fuerte entre la miopía y el hecho de haber dormido con la luz encendida hasta los dos años, pero no después de esa edad. Los autores del estudio apuntan la hipótesis de que el ojo se desarrolla sobre todo durante los primeros años de vida, y por lo tanto, es más vulnerable a la luz, pero consideran que no es un estudio concluyente. 



Si deseas ponerte en contacto conmigo puedes hacerlo en:

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martes, 15 de octubre de 2013

¿Cómo se instaura el hábito de la alimentación?


La importancia que tienen los hábitos en la educación del niño está ligada al sentimiento de seguridad que necesita para crecer feliz.
Ningún niño se siente seguro en la incertidumbre, de manera que es necesario establecer unos horarios que le anticipen lo que va a ocurrir después y le ayuden a regular sus ritmos biológicos.

En la instauración de hábitos son imprescindibles las rutinas, actividades que hacen todos los días de la misma manera.

El niño debe adquirir el hábito de la alimentación desde su nacimiento para que nose converta en una fuente de conflicto. Todos comemos, pero no todos tenemos buenos hábitos de alimentación. Adquirirlos no sólo influye en el crecimiento, el bienestar y la salud del niño, también facilita la adquisición de aprendizajes posteriores.

Acompañar las rutinas de tareas de colaboración -como poner la mesa-, comer a un horario fijo y hacer que eses momentos sea para disfrutar en familia, son condiciones fundamentales para conseguir eque el niño aprenda no sólo a comer bien, sino también a ser un adulto seguro y capaz de solucionar conflictos de manera eficaz.



¿Cómo instaurar el hábito de la alimentación?

- En el mismo momento:

Se debe comer siempre a las mimas horas. Es preciso observar las necesitidades fisiológicas del niño, en función de éstas, elaborar un plan que debe cumplirse rigurosamente, sobre todo al principio, hasta que el niño lo interiorice.

A los seis meses es conveniente que el niño esté acostumbrado a un horario regular de comidas. Una vez haya interiorizado éste horario se puede modificar ocasionalmente sin que desaparezca el hábito.

- En el mismo lugar:

Se de be comer siempre en el mismo lugar. El niño sabrá dónde están los utensilios necesarios para comer, y los asociará con el momento de la comida. Dependiendo de su edad y sus capacidades, se le asignarán taresas que tengan que ver con la organización de la mesa.

- De la misma manera:

Hay que avisar al niño de que se acerca el inicio de la comida para que vaya finalizando la actividad que está haciendo.

También hay que recordarle el ritual previo a sentarse a comer -ponerse el babero, lavarse las manos, poner la mesa-, y si es necesario, acompañarle mientras lo hace.

Una vez en la mesa no se debe tardar mucho tiempo en servir la comida. Los niño soportan mal las esperas, sobre todo si tienen hambre.

Para levantarse de la mesa hay que esperar a  terminar la comida. Después se recoge -dependiendo de la 
edad y capacidades del niño- y con ello se da por finalizada la rutina. 

Con esta práctica se busca la participación del niño, hacerle responsable y protagonista de las tareas. 

La motivación a estas edades depende de la actitud con la que los padres presenten las cosas. Los niños son capaces de realizar grandes esfuerzos y se entusiasman con lo que les proponen sus padres. Hay que hacer comentarios del tipo: "Me ayudas tanto...Muchísimas gracias" Y premiar su colaboración "Como me has ayudado, hemos acabado tan rápido que podemos jugar un ratito juntos"

Hay que permitirles que practiquen con la cuchara, enseñarles a utilizar el vaso, a usar palabras como "gracias" y "por favor", dejarles comer solos, decirles cómo se mete la vajilla en el lavaplatos, etc. 
Hay un sin fin de tareas que pueden ir asumiendo según van creciendo.

Mantenerse firme con las rutinas y los límites es vital para que el niño se sienta seguro. El manejo adecuado de las rutinas ayuda a prevenir y controlar conflictos, como las rabietas.



lunes, 23 de septiembre de 2013

¿Qué es la economía de fichas?


La economía de fichas es un programa de puntos en el que el niño puede ganar por medio de la realización de las conductas deseadas, una serie de puntos que harán las veces de refuerzos y que más tarde podrá canjear por reforzadores materiales o de actividad.

El valor reforzante de estas fichas está directamente relacionado con el valor que para el niño tiene el objeto o la actividad por el que será canjeado.

De forma resumida, las fases y la forma de proceder en este tipo de programas son las siguientes:

- Seleccionar previamente la conducta o conductas que se quiere modificar: Ejemplo "Pedro es muy desordenado y queremos que se acostumbre a ordenar su habitación"

- Seleccionar el sistema de fichas o puntos y la forma de conseguirlos: Tanto la forma de conseguir la fichas como el valor que poseen las mismas han de ser especificados muy claramente desde el principio.  
Es necesario ponerse de acuerdo con el niño sobre los distintos componentes: la conducta que pretendemos que el niño realice, el valor de los puntos y la forma de conseguirlos.

- Para que el niño llegue a realizar correctamente la conducta que queremos, los padres o psicólogo establecerán una serie de conductas encaminadas a ello, así como el sistema para obtener los puntos según lo pactado con el niño.
Siguiendo nuestro ejemplo anterior, se podría establecer por ejemplo:

  • Si no hay nada tirado por el suelo, daremos al niño un punto.
  • Si la cama está hecha, el niño ganará un punto.
  • Por mantener la mesa ordenada, ganará otro punto.
  • Y si la ropa está recogida, ganará otro punto.
  • Finalmente, por mantener la habitación en orden, es decir, si no hay nada por el suelo, si la cama está hecha, la mesa ordenada y la ropa recogida, en lugar de los cuatro puntos anteriores, daremos al niño un total de cinco puntos. 
- El sistema que establezcan para obtener los puntos no ha de ser demasiado difícil.

- Es conveniente poner por escrito tanto los términos del programa como la anotación de los puntos que se vayan obteniendo a lo largo del mismo.

- El programa obliga a las dos partes, padres e hijos.

- No se debe dudar en modificar el programa sobre la marcha si surge alguna dificultad.

- Una vez lograda la meta o metas propuestas, y los resultados del mismo pueden considerarse satisfactorios tanto para los padres como para el niño, será el momentos de plantearse la interrupción progresiva del mismo sin perder los logros alcanzados.
Para ello puede ser conveniente acompañar a lo largo del programa la entrega de los puntos con palabras de aliento y alabanza, evitando en todo momentos criticar la conducta del niño. 



Si necesitas consejo, o quieres informarte sobre los servicios que ofrece nuestro centro, puedes hacerlo en:

sarapsicologa87@gmail.com
www.facebook.com/psicologainfantilburriana
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lunes, 9 de septiembre de 2013

¿Cómo saber si mi hijo/a tiene un problema y necesita ayuda psicológica?

La infancia, niñez y adolescencia no son etapas fáciles para el ser humano. Tendemos a pensar que un niño, solo por el hecho de ser niño, es feliz y vive sin preocupaciones.



Pero no siempre es así. Muchos son los problemas cotidianos que pueden presentarse; en la familia, la escuela, con los amigos...que pueden aparecer en la conducta del niño o incluso en su área emocional.

Y los papás, tutores, y adultos que les rodean, debemos estar atentos y saber si están creciendo psicológicamente sanos. Porque durante esos años se va formando su autoestima, las habilidades sociales, nos formamos una opinión sobre nosotros mismos y sobre los demás, y todo ello tendrá consecuencias a lo largo de las siguiente etapas de la vida.



Y, ¿Cómo saber si el niño/a tiene algún problema y necesita ayuda?


Si en el colegio...

  • Se quejan de que "está en babia"
  • Tiene frecuentes despistes en su vida diaria: los deberes, libros, fechas de exámenes...
  • Le cuesta respetar el turno de palabra
  • Tiene grandes dificultades para permanecer sentado
  • Se quejan de la calidad de presentación de sus trabajo y libretas
  • Tiene dificultades a la hora de enfocar el estudio o en la motivación hacia el mismo: está mucho tiempo delante de los libros sin sacar provecho, anticipa que va a suspender antes de empezar a estudiar, tiene baja confianza en sí mismo a la hora de sacar buenas notas...
  • Se aburre en clase

Si en casa...

  • En ocasiones muestra intención de querer portarse bien pero no es capaz
  • Abandona sus juegos a medias
  • Tiene dificultades en el control de esfínteres
  • Tiene fobias o miedos infantiles que le ocasionan problemas en su vida cotidiana
  • Se encuentra cada vez más agresivo y/o irritable
  • Los padres comienzan a tener dificultades para que el niño se aleje de casa o de alguno de sus familiares por un periodo de tiempo, por corto que sea
  • Presentación repetida de sonidos o de gestos cuando está ansioso: tics
  • Al nacer su hermanito/a ha cambiado su comportamiento sustancialmente
  • Le cuesta controlar su comportamiento
  • Es adolescente y comienza a alterar la vida y convivencia familiar

Si en sus relaciones sociales...

  • Tiene problemas para relacionarse con niños de su edad (bien por ser tímido o porque siempre quiere imponer su opinión y termina por tener problemas con los amigos)
  • Es muy impulsivo/a o excesivamente indeciso/a
  • Se aburre en los grupos de sus misma edad, parece no tener intereses similares
  • Es adolescente y comienza a manifestar conductas de riesgo (imprudencias, relaciones con círculos donde se consume sustancias, él mismo consume sustancias, ha abandonado los estudios y ha manifestado en varias ocasiones que va a abandonarlos...)


Todas éstas son señales de que el niño/a o adolescente, puede estar teniendo algún problema que le puede afectar en su comportamiento o emocionalmente.


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¿Cómo saber si mi hijo/a tiene un problema y necesita ayuda psicológica?

La infancia, niñez y adolescencia no son etapas fáciles para el ser humano. Tendemos a pensar que un niño, solo por el hecho de ser niño, es feliz y vive sin preocupaciones.



Pero no siempre es así. Muchos son los problemas cotidianos que pueden presentarse; en la familia, la escuela, con los amigos...que pueden aparecer en la conducta del niño o incluso en su área emocional.

Y los papás, tutores, y adultos que les rodean, debemos estar atentos y saber si están creciendo psicológicamente sanos. Porque durante esos años se va formando su autoestima, las habilidades sociales, nos formamos una opinión sobre nosotros mismos y sobre los demás, y todo ello tendrá consecuencias a lo largo de las siguiente etapas de la vida.



Y, ¿Cómo saber si el niño/a tiene algún problema y necesita ayuda?


Si en el colegio...

  • Se quejan de que "está en babia"
  • Tiene frecuentes despistes en su vida diaria: los deberes, libros, fechas de exámenes...
  • Le cuesta respetar el turno de palabra
  • Tiene grandes dificultades para permanecer sentado
  • Se quejan de la calidad de presentación de sus trabajo y libretas
  • Tiene dificultades a la hora de enfocar el estudio o en la motivación hacia el mismo: está mucho tiempo delante de los libros sin sacar provecho, anticipa que va a suspender antes de empezar a estudiar, tiene baja confianza en sí mismo a la hora de sacar buenas notas...
  • Se aburre en clase

Si en casa...

  • En ocasiones muestra intención de querer portarse bien pero no es capaz
  • Abandona sus juegos a medias
  • Tiene dificultades en el control de esfínteres
  • Tiene fobias o miedos infantiles que le ocasionan problemas en su vida cotidiana
  • Se encuentra cada vez más agresivo y/o irritable
  • Los padres comienzan a tener dificultades para que el niño se aleje de casa o de alguno de sus familiares por un periodo de tiempo, por corto que sea
  • Presentación repetida de sonidos o de gestos cuando está ansioso: tics
  • Al nacer su hermanito/a ha cambiado su comportamiento sustancialmente
  • Le cuesta controlar su comportamiento
  • Es adolescente y comienza a alterar la vida y convivencia familiar

Si en sus relaciones sociales...

  • Tiene problemas para relacionarse con niños de su edad (bien por ser tímido o porque siempre quiere imponer su opinión y termina por tener problemas con los amigos)
  • Es muy impulsivo/a o excesivamente indeciso/a
  • Se aburre en los grupos de sus misma edad, parece no tener intereses similares
  • Es adolescente y comienza a manifestar conductas de riesgo (imprudencias, relaciones con círculos donde se consume sustancias, él mismo consume sustancias, ha abandonado los estudios y ha manifestado en varias ocasiones que va a abandonarlos...)


Todas éstas son señales de que el niño/a o adolescente, puede estar teniendo algún problema que le puede afectar en su comportamiento o emocionalmente.


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jueves, 29 de agosto de 2013

Sara Ros centro de psicología

En esta primera entrada después de la presentación quiero presentaros mi centro de psicología.

Se encuentra en Burriana (Castellón), España.

En él abordamos todo tipo de problemas relacionados con la infancia, niñez y adolescencia de tus hijos.
Recibirás atención personalizada y asesoramiento ante cualquier problema que te pueda plantear la crianza de tus hij@s.

Si lo necesitas, puedes ponerte en contacto conmigo en:

sarapsicologa87@gmail.com

y en Facebook en:

www.facebook.com/psicologainfantilburriana


A continuación os presento algunas imágenes del centro.








El comienzo...¡Bienvenidos!


Bienvenidos a todos los que paséis y pasaréis por este blog. Mamás, papás, educadores, pediatras... a todos, ¡Bienvenidos!

¡Me presento! Soy Sara, psicóloga infantil y juvenil, y muy pronto también especialista en atención temprana.

Comienzo este blog con la intención de acercarme un poquito más a esos papás y mamás que buscan consejo, ayuda o información sobre qué les puede estar pasando a sus hijos.

En este blog no sólo encontraréis información sobre trastornos, problemas, sino que detrás de él estoy yo, para ayudaros en lo que podáis necesitar y dar solución a los problemas que vuestros hijos puedan llegar a tener durante su infancia, niñez y adolescencia.

¡¡Arrancamos!!