viernes, 4 de noviembre de 2016

¿Cómo actúo ante una experiencia traumática de mi hijo/a?

Seguro, que si estuviéramos ahora hablando tú y yo, y te preguntara por una experiencia traumática de tu vida, cerrarías los ojos y podrías revivir con imágenes, e incluso a veces con sensaciones, lo que pasó y lo que sentiste, ¿verdad?

Cuando pasamos por una experiencia traumática, si ésta es pequeña, el cerebro de un niño puede ser capaz de entenderla por sí sólo. Como cuando se cae un juguete en tierra y se rompe.
Pero si el susto es mucho mayor, el cebrebro del niño
puede no procesar esa información y entonces ocurre lo que llamamos "miedo irracional".
Supongamos ahora que un perro se abalanza sobre tu hijo. Aunque el dueño haya sido capaz de pararlo a tiempo, el niño se queda con dos impresiones: la imagen del perro atacándolo, y la sensación de pánico. 
En este caso, las impresiones han sido tan fuertes que, si no hacemos nada, pueden quedarse grabadas en su cerebro para siempre, y desarrollarse a partir de ahí un miedo irracional a los perros. 


Pero tú puedes desactivar esas impresiones traumáticas. Lo único que tienes que hacer es ayudar a tu hijo a hablar de lo que ha visto y de lo que ha sentido. Y esto es porque cuando una persona asustada habla de lo que ha sucedido, su hemisferio izquierdo comienza a comunicarse con el derecho, facilitando así que la parte lógica ayude a la parte visual y emotiva a superar la experiencia. El niño recordará la experiencia, pero ya no lo vivirá con la misma angustia que sitió al principio. 

Hablar con él sobre lo sucedido requiere de tu calma, paciencia y sobre todo de una buena dosis de empatía. 
Es normal que tu primer impulso sea quitarle importancia, ya que si él no está asustado, tú te quedarás más tranquilo. Pero lo cierto es que no hay que convencerlo a él de que eso no fue nada, sino a su cerebro. 



Si necesitas más ayuda sobre éste o otros temas, te antenderemos en:

Sara Ros Centre de Psicologia
c/San Vicente nº 40, 1ºA
Burriana (Castellón)

Telf. 609 156 125
sarapsicologa87@gmail.com

miércoles, 26 de octubre de 2016

La ansiedad es su fiel compañera de viaje

Su adicción a la aprobación le sume en un estado de ansiedad perpetua. Constantemente está preocupado por los demás, por lo que piensan de usted, por lo que van a decir si hace esto o aquello, por agradar a todo el mundo (algo del todo imposible, es bueno que vaya haciéndose a la idea), por satisfacer a los demás, por no hacer cosas que puedan molestar u ofender a otra gente. ¡Es una locura!

¿Se da cuenta? Usted vive de prestado. Vive para los demás. Lo que usted pueda pensar o sentir no cuenta, sus opiniones no cuentan, sus gustos no cuentan, sus necesidades no cuentan, el daño que pueden hacerle no cuenta. ¡Sólo cuentan los demás!
Y mientras usted se desvive por la gente, el resto del mundo vive ajeno a usted. Cuando se acuerdan de usted es para utilizarle, para pedirle ese favor que saben que nadie más haría. De entre todas las personas que le rodean, muy pocas le aprecian sinceramente. La mayoría simplemente le utilizan. 

Esto quizá nos pasa a todos, pero la diferencia es que a la persona segura de sí misma no la utilizan, la engañan. En cambio, usted consiente ser utilizado. Los demás se dan cuenta de cuánto le importa a usted estar bien con ellos, perciben su vulnerabilidad y se aprovechan de ella. 

A la larga, su objetivo de agradar a los demás se vuelve en su contra. 
Las personas sanas no soportan su tendencia a humillarse y se alejan de uted. Ellos desean una relación de igual a igual, y usted les propone una relación descompensada. 





¿Se está sintiendo como un mártir en esta descripción? Pues no lo es. Usted es un ser humano como todos los demás que sólo tiene una asignatura pendiente: APRENDER A RESPETARSE A SÍ MISMO. 

Quisiera mostrarle dos citas que pueden servirle de ayuda.
La primera es de Oscar Wilde y dice: "No se por qué me odia tanto, yo nunca le hice ningún favor"
La otra es una expresión norteamericana que dice: "Nadie ama a un felpudo, lo pisa"

Quizá le resulte difícil aceptar que a veces hacer favores resulta contraproducente, y que ser excesivamente humilde nos asemeja más a la imagen del felpudo que a la de un ser humano, piénselo bien. 

Tómese su tiempo, y si en usted mismo no es capa de encontrar una significación a estas palabras, fíjese en otra persona que mantenga una filosofía de vida parecida a la suya y observe su conducta con los demás, y la de los demás con ella, y lo comprenderá. 

A veces, es más fácil hacer una apreciación crítica cuando no somos nosotros mismos el objeto a observar. 



Bienestar, autoestima y felicidad.
Raimon Gaja.




Sara Ros Centre de Psicologia
c/ San Vicente nº 40, 1º A
Burriana (Castellón)

Tel. 609 156 125
sarapsicologa87@gmail.com

martes, 4 de octubre de 2016

10 consejos para aplicar límites educativos

¡Hola de nuevo!

Hoy me gustaría hablaros sobre los límites en la educación. Y es que para conseguir una disciplina eficaz con nuestros hijos, es importante marcar unas reglas en casa con el objetivo de cumplirlas.

Antes de comenzar, hemos de tener claro que estas reglas deben ser coherentes y firmes, es decir, hemos de pensar si nuestros hijos las pueden cumplir, y que vamos a ser firmes con la norma establecida, no cediendo ante sus súplicas o rabietas.

Cuando necesitamos decir a nuestros hijos que deben hacer algo (recoger los juguetes, irse a la cama, etc.), debemos tener en cuenta algunos consejos básicos:

1. Objetividad. Es frecuente escuchar expresiones como "Pórtate bien", "Sé bueno"o "No hagas eso". Estas expresiones significan diferentes cosas para diferentes personas. Nuestros hijos entenderán mejor la orden si la hacemos de forma concreta. Hemos verbalizar la orden de forma más concreta. Una forma más adecuada sería: "Habla bajito", "Da de comer al gato ahora".

2. Opciones. En muchos casos podemos dar a nuestros hijos una oportunidad limitada para decidir cómo cumplir las órdenes. La libertad de oportunidad hace que el niño sienta que tiene el poder y control, reduciendo así su resistencia. Por ejemplo: "Es hora de vestirse, ¿Eliges tú el pantalón o lo elijo yo?

3. Firmeza. Como os decía, hay cuestiones que requieren cierta firmeza. Los límites firmes se aplican mejor con un tono de voz seguro, sin gritos ni faltas de respeto. Que no se te olvide que serás mejor cómplice de tu hijo si aplicas un firme mandato. La firmeza se encuentra entre lo ligero y lo autoritario.

4. Acentúa lo positivo. Muchas veces nos centramos en lo negativo, rectificamos errores, reñimos por lo negativo, y se nos olvida reforzar lo positivo. Es muy importante que no dejemos de hacerlo, ya que si el niño observa que es atendido y reforzado por estas conductas, tenderá a repetirlas con más frecuencia.

5. Guarda las distancias. Cuando decimos "Quiero que te vayas a la cama ahora mismo", estamos creando un momento de tensión entre ambos. Una buena estrategia es verbalizar la regla de forma impersonal: "Son las 9, hora de acostarse".

6. Explica porqué. En ocasiones no es posible, pero tenemos que tener en cuenta que si el niño entiende que no puede hacer determinada conducta porque supone un peligro para sí mismo o para otros, se sentirá más animado a obedecerla.

7. Sugiere una alternativa. Siempre que apliques un límite, intenta indicar una alternativa viable. Sonará menos negativos si el niño se siente compensado. Por ejemplo: "Este pinta labios no es para jugar, aquí tienes un lápiz y papel para pintar". Al ofrecerle alternativas, no le niegas su deseo de pintar, pero le enseñas que no su opción no es una buena alternativa.

8. Firmeza en el cumplimiento. Las rutinas y las reglas de casa deberían cumplirse día tras día, aunque estés cansado o indispuesto. Sólo así se convertirán en una costumbre y no deberás repetirlo cada día, porque se tomará como algo que hay que hacer por rutina familiar.

9. Desaprueba la conducta, no al niño. Deja claro a tus hijos que estas desaprobando su comportamiento, pero no a ellos. No les muestres rechazo con un "eres malo", es mejor un "Esto que acabas de hacer está mal hecho".

10. Controla tus emociones. Si te muestras muy enojado, es muy probable que castigues a tus hijos más severamente incluso que lo hagas verbal o físicamente.  Ante un mal comportamiento, lo mejor es contar con un minuto de calma, y después enfrentarse con más tranquilidad a la situación, para ser capaz de pensar con serenidad y no dejarte llevar por tus emociones.

Espero que estas pautas os ayuden en la educación de vuestros hijos.

Para cualquier duda, consulta o sugerencia, podéis escribir a:

sarapsicologa87@gmail.com


Sara Ros Centre de Psicologia
c/San Vicente nº 40, 1ºA. Burriana
Telf. 609 156 125
sarapsicologa87@gmail.com

miércoles, 28 de septiembre de 2016

5 consejos para los miedos infantiles


Hoy os dejo con unos rápidos consejos para tratar los miedos infantiles. 
Podemos aplicarlos a "pequeños miedos", aquellos con son normales para cada edad y que duran poco en el tiempo.
Cuando el miedo dura mucho tiempo, vemos que no remite o va a más, es momento de acudir a un especialista que pueda ayudar al niño a superarlo.





Sara Ros Centre de Psicologia
c/ San Vicente nº 40, 1º A
Burriana

sarapsicologa87@gmail.com
Tel. 609 156 125

viernes, 9 de septiembre de 2016

Vuelta al cole, ¿Los niños también sufren síndrome postvacacional?

Seguramente todos hemos oído, incluso sufrido alguna vez, eso del "síndrome postvacacional". Puede parecer un mito, pero realmente existe. 
Pero, ¿os habéis planteado alguna vez que los niños también pueden llegar a sufrirlo?

Podemos detectarlo en niños que se muestran cansados constantemente, irritables, se levantan y acuestan enfadados, y además suelen expresar su preocupación sobre la vuelta al cole. Y esto suele ocurrirle a niños cuyos padres también lo sufren. Para que se entienda, es como si les "pegáramos" a nuestros hijos nuestros síntomas. Y es que los psicólogos siempre decimos que los padres son el mayor modelo de conducta que tienen los niños, y éste es uno de esos casos.

Para superarlo y hacer la vuelta al cole, y al trabajo, más llevadera, os dejo con unos consejos que os ayudarán a que sea lo menos traumática posible. 

1. Pregúntale qué es lo que más le apetece de volver al cole, así encontraremos qué es aquello que sí le hace ilusión y podremos potenciarlo.

2. Habla con él sobre sus miedos. No sólo es necesario hablar de lo positivo, de lo que le apetece, también es importante que aprenda a hablar contigo sobre lo que no le gusta, lo que le da miedo, así entre todos podréis afrontar esos miedos y se sentirá mucho más respaldado y con fuerzas para superarlos. Si no hablamos con ellos sobre los miedos, lo único que conseguiremos será enmascararlos y no lograremos que los supere. 

3. Vivid vuestra vuelta al trabajo de forma positiva. Como os decía antes, sois su mayor modelo de conducta, por lo que inevitablemente si observa en vosotros ansiedad, preocupación, irritabilidad, se lo vais a transmitir y vivirá la vuelta al cole de forma angustiosa. 

4. Recuperad poco a poco la rutina. Durante el verano las rutinas y horarios cambian, por lo que es importante que unas semanas antes de la vuelta al cole, vayáis recuperando vuestras horas habituales de comida, sueño...para que la vuelta a la normalidad sea lo más suave posible.

5. Preparad juntos el material. Siempre apetece estrenar libros, libretas, estuche, mochila, ¿verdad? Hazlo con él, dale la oportunidad de que se entusiasme con todo lo nuevo que va a estrenar, y sobre todo a vivir. 

Como resumen a todo lo dicho anteriormente, añadiría que todo lo hagáis con cariño, empatía y escuchando lo que os quiera contar. Es muy importante que vuestros hijos se sientan apoyados y que sienta que vive en un ambiente de confianza y tranquilidad. 

Estoy segura de que lograréis que el curso comience de la mejor manera posible.

¡Todo irá bien!


Hasta el próximo blog.

Para cualquier consulta, duda, sugerencia, me podéis encontrar en:


www.facebook.com/psicologainfantilsara
tel. 609 156 125
C/ San Vicente nº 40 1º A Burriana
email: sarapsicologa87@gmail.com

miércoles, 1 de junio de 2016

Los exámenes, ¿Qué puedo hacer para rendir más?

¡Hola a todos!

Hoy comienza el mes de junio, y con él los temidos exámenes finales.
El mejor consejo que puedo daros es llevar el trabajo al día, tener un plan de trabajo durante el curso y no dejar las tareas y repasos para última hora, así conseguiremos llegar a estas fechas con seguridad y optimismo.

Pero si ya llegas tarde, o si aún así te cuesta mantener la calma, voy a dejaros algunos consejos que espero que os ayuden a rendir mejor en estas últimas semanas de estudio.



  1. Divide la tarea en trozos. Márcate pequeños objetivos, tanto diarios como semanales. Por supuesto estas metas han de ser reales. Si vemos que vamos consiguiendo estos objetivos, estaremos motivados y con fuerzas para afrontar el siguiente "trozo" de estudio.
  2. Identifica tu ritmo, o mejor dicho, tu bioritmo. No todo el mundo se concentra a la misma hora del día, o está igual de despejado por la mañana o por la noche. Así que obsérbate, identifica cuales son esas horas en las que estás más concentrado y en las que vas a sacar más partido a lo que estudies, y planifica estudiar en esas horas las materias que más te cuesten.
  3. Elabora un calendario de estudio. Creo que es el consejo más importante. Has de dividir las tareas dependiendo de la cantidad de tiempo que te cueste cada asignatura y de la cantidad de materia que tengas de cada una de ellas. Sólo así estudiarás sin agobio, sabiendo que tienes tiempo para llegar a estudiarlo todo. Es muy importante que el horario sea flexible, y permita imprevistos, y en el que añadas también los tiempos de descanso y de ocio.
  4. ¡Auto-motívate! Cambia tu discurso negativo y frustrante, por frases, palabras, auto-instrucciones que te ayuden a ser positivo y a saber que puedes con todo, ¡claro que puedes!
  5. Evita distracciones. Deja móvil, ordenador, cualquier aparato electrónico que te distraiga, ponlo bien lejos, incluso ponte carteles que digan "Deja el móvil, ponte a estudiar" :)

Espero que estos pequeños consejos os sirvan para acabar estas últimas semanas de estudio con buenos resultados, y podáis disfrutar de unas merecidas vacaciones.


Sara Ros Centre de Psicologia
c/San Vicente nº 40 1ºA
Burriana

Tel. 609 156 125

jueves, 18 de febrero de 2016

Buenos hábitos: La ASERTIVIDAD.

¡Hola!

Después de dos meses de ausencia por el blog, hoy por fin he logrado retomarlo.

Y vuelvo con un tema que estoy segura que a todos os va a interesar. Se trata de la asertividad. ¿Parece una palabra un tanto extraña, verdad? Tranquilos, en seguida os lo explico.

La asertividad es una parte fundamental de las Habilidades Sociales, es decir, aquellas conductas, pensamientos y emociones, que nos ayudan a mantener relaciones interpersonales satisfactorias, y a procurar que los demás respeten nuestros derecho y no nos impidan lograr nuestros objetivos.

Podemos definir la asertividad como una actitud de autoafirmación y defensa de nuestros derechos personales, que incluye la expresión de nuestros sentimientos, preferencias, necesidades y opiniones, en forma adecuada; respetando al mismo tiempo, los de los demás. 

Lo que pretendemos es ayudarnos a nosotros mismos a desarrollar nuestra autoestima, y a mejorar la comunicación interpersonal, haciéndola más directa y honesta. 



Para ayudarte a desarrollarla, te cuento a continuación cuáles son las características de las personas asertivas.


  1. Se conoce a sí misma, y suele ser consciente de lo que siente y de lo que desea en cada momento.
  2. Se acepta incondicionalmente, sin que ello dependa de sus logros ni de la  de los demás. 
  3. Sabe comprender y manejar adecuadamente sus sentimientos y los de los demás.
  4. No exige las cosas que quiere, pero tampoco se autoengaña pensando que no le importan.
  5. Acepta sus limitaciones de cualquier tipo, pero, al mismo tiempo, lucha con todas sus fuerzas para realizar sus posibilidades.
  6. Se mantiene fiel a sí misma en cualquier circunstancia y se siente responsable de sus vida y de sus emociones.
  7. Suele dar una imagen de persona congruente y auténtica.
  8. Se respeta y valora a sí misma y a los demás.
  9. Puede comunicarse con personas de todos los niveles: amigos, familiares y extraños.
  10. Elige, en lo posible, a las personas que le rodean, y determina quiénes son sus amigos y quiénes no.
  11. Suele expresar adecuadamente sus opiniones, deseos y sentimientos en vez de esperar a que los demás los adivinen.
Y tu, ¿eres asertivo?



Sara Ros
Centre de Psicologia
c/ San Vicente nº 40, 1º A
Burriana

Telf. 609 156 125
sarapsicologa87@gmail.com