miércoles, 2 de diciembre de 2015

El trastorno disocial

Los trastornos de la conducta en la infancia y adolescencia son unos de los más preocupantes tanto para padres y profesores, como para los profesionales de la salud mental infantil y juvenil.
Esto es debido a que estos jóvenes presentan cuadros conductuales que necesitan apoyo psicopedagógico y/o psicoterapéutico, y en algunos casos, también apoyo médico.

En el caso del Trastorno disocial, está considerado como un trastorno grave de conducta. Se caracteriza por un patrón de comportamiento persistente y repetitivo en el que se violan los derechos básico de los otros, o importantes normas sociales. Son comportamientos que van más allá de una simple "maldad infantil" o una "rebeldía de adolescente". 


Dichas manifestaciones suelen ir unidas de una serie de situaciones familiares, sociales y escolares, que influyen en el origen y en el mantenimiento de la conducta.


Los comportamientos que se dan en el Trastorno Disocial pueden ser:

  • Agresiones (físicas o verbales) a otras personas o animales.  (Intimidar, fanfarronear, ser cruel, ocasionar daño físico...)
  • Dañar la propiedad de otros (Incendios, destrucción deliberada...)
  • Robos y mentiras (Violentar el hogar, mentir para obtener favores, timar...)
  • Violaciones graves de normas (Escaparse de casa, hacer novillos, transgredir normal paternas...)
Además de estos síntomas, el trastorno disocial provoca un deterioro clínicamente significativo de la actividad social, académica o laboral.


La intervención con estos niños requieren de mayor supervisión y control. 

En el caso de detectar en casa o en el colegio, que nuestro hijo/a o alumno empieza a manifestar conductas disruptivas que empiezan a suponer un grave deterioro de las normas y las relaciones sociales, es fundamental acudir lo antes posible a un especialista, quien pueda valorar la relevancia de los síntomas. 

Sara Ros Centre de Psicologia
Telf. 609 156 125
C/ San Vicente nº 40, 1º A
Burriana

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